lunes, 10 de agosto de 2009

Teatro Grupo Skene, de Guerrero MÈXICO

Serán dos representaciones:
“Orinoco” Autor: Emilio Carballido: A bordo de un barco menor de carga sobre el rio Orinoco, Mina y fifí viajan sobre un sueño que solo huele a petróleo. Rico las ha engañado”…Las quiero como bailarinas, mujeres, ¿Qué pasa?, ¿creen que acaso yo les miento?, ¡Esta es la oportunidad de su vida para salir de la miseria!...Sin embargo, a la mañana siguiente, el amanecer está regado en la cubierta, la tripulación se desvaneció en la noche, y solo queda un negro con una garza en el corazón y la mirada verde como de uva silvestre, y una herida roja que sangra el pecho, como un atlántico destino que las espera. El asombro y el miedo les recorren un cielo de agua, y su piel está a punto de girar en el estruendoso canto de las aves. Rico las quiso de prostitutas y ahora tendrán que seguir hasta encontrar la nada, hasta que Orinoco las pierda en el abismo del océano. Entonces, su única esperanza es el negro. Pero si éste, como una bestia, ha matado a todos… ¿Qué suerte les espera si está perdido en sí mismo, enloquecido de su misma mega? Perdidas en ese caudal, a la deriva del viento que hace girar su tabla de salvación…Nada se sabe: solo que hay que mover el timón porque las curvas se acercan y la corriente aumenta y el naufragio es el único burdel que las espera “Pedro y el Capitán” Autor: Mario Benedetti: ¿Existen torturadores buenos y malos? ¿Será posible que alguien que haga de la tortura su función cotidiana resulte ser un hombre bueno?El Capitán es el inquisidor de buen trato, cuya estrategia consiste en distender al detenido, logrando declaraciones de interés a su “noble causa”. No es quien pega ni hiere, es quien pregunta y sugiere. Pedro el detenido, que aguanta y calla. Mientras avanza el relato, se incrementa la crueldad en el maltrato pudiendo observándose como decaen las fuerzas de Pedro por tanta agresión. Mientras el Capitán intenta lograr revelaciones acerca de actividades subversivas y de personas implicadas; en estos nuevos interrogatorios, Pedro indaga sobre sentimientos y valores que aquél no ostenta. Y entre preguntas formuladas y respuestas consistentes en otras preguntas, van concluyendo la obra, las fuerzas de Pedro y la poca cordura del Capitán. Entre castigo físico y castigo moral, ambos protagonistas van encontrando la muerte. Uno por los golpes recibidos. El otro por los cuestionamientos realizados por su propio reprimido, que le han hecho ver y reconocer una vida llena de valores confundidos y de una moral que ha brillado por su ausencia.

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